mujer famosa Bertha Benz

BERTHA BENZ, MUJER PIONERA EN EL MUNDO DEL AUTOMÓVIL

Bertha Benz fue la primera persona que hizo un viaje en automóvil. Sí, una mujer. ¿Sorprendido? Te cuento la historia.

Estamos en 1888 cuando una madre de familia decidió coger a dos de sus cuatro hijos (Richard y Eugen de 13 y 15 años) e irse a ver a su madre. Una escueta nota en la mesilla de noche de su marido lo decía todo: “Nos vamos a ver a la abuela”. El trayecto era de unos 104 km y lo hizo en coche. Sí, como os lo cuento. La mujer en cuestión se llamaba Bertha Benz, inteligente, valiente y con mucha visión comercial. Bertha era la esposa de Karl Benz, que en 1885 desarrolló un triciclo con motor de combustión que es mundialmente reconocido como el primer automóvil de producción en serie. En 1888 ya iba por la tercera versión y tuvo la suerte de que su mujer decidiera demostrar al mundo que aquel artefacto servía para algo más que dar una vuelta al barrio, que con él se podía hacer incluso un viaje.

Mujer pionera Bertha Benz

Bertha Ringer nació el 3 de mayo de 1849 en Pforzheim, entonces ciudad perteneciente al Gran Ducado de Baden, hoy Baden-Württemberg. Novia de Karl Benz, Bertha ayudó a su prometido a mejorar el taller en el que trabajaba y a desarrollar su automóvil, en el que invirtió parte de su dote. Pero las normas sociales de aquellos tiempos eran muy estrictas, así que cuando Bertha se casó con Karl el 20 de julio de 1872 se convirtió en ama de casa sin ningún derecho empresarial. Aunque la patente debería haber sido suya por haber puesto el dinero, ésta se otorgó a su marido. Pero la señora Benz era una mujer de armas tomar, así que, en vez de quedarse en segundo plano, se cuidó mucho de vigilar que el negocio de su marido fuera bien y de hacer lo que fuese para demostrar al mundo que el automóvil de su marido podía tener una proyección comercial.

Mujeres pioneras del automóvil: así fue el viaje

El 5 de agosto de 1888 Bertha se levantaba con los primeros rayos de sol y despertaba a dos de sus hijos: comenzaba la aventura. Antes de partir de Mannheim dejó una nota a su marido contándole su propósito, empujaron el coche para arrancarlo lejos de casa sin que les oyeran y partieron hacia Pforzheim, su ciudad de nacimiento. Un viaje de 104 km por caminos, algo que nadie se había atrevido a hacer hasta entonces.

El vehículo funcionó relativamente bien durante el viaje aunque Bertha tuvo que hacer uso de sus habilidades para llegar. Tuvo que reparar un conducto de carburante con una de sus horquillas, improvisó unos frenos más eficaces con trozos de cuero que encontró en una zapatería y fue la primera persona que hizo un repostaje, para lo cual paró en la ciudad de Wiesloch donde, en una farmacia, compró un disolvente semejante a la bencina para usarlo como carburante. Llegó de noche y envió un telegrama a su marido para informar de que todo había ido bien.

Tras su experiencia, dio indicaciones a su marido para desarrollar el coche, como poner mejores frenos y una marcha adicional más corta para subir cuestas. Tras su viaje y hasta 1894 se vendieron unas 25 unidades del triciclo de Benz.

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